domingo, 2 de agosto de 2009

Elena Martín Vivaldi


Destino



Entre ti, soledad, me busco y muero,
en ti, mi soledad, mi vida sigo,
vencida por tus brazos voy contigo
y allí te aguardo donde ya no quiero.

Desde siempre en mi calle yo te espero,
y amante de mis noches te persigo,
si alguna vez, dolida, te maldigo,
desde tu ausencia, triste, desespero.

Me diste la esperanza de tenerte
en mi dolor. Guiada por tu mano
subí los escalones de la muerte.

Aquí donde a tu sombra soy crecida,
el tiempo, tuyo y mío, va cercano,
dejándome la sangre ya cumplida.

*.*
*.*

Mario Martínez


Una Mirada



Te miraré al pasar, como se mira
aquello que nos es inalcanzable,
suspiraré por ti, como suspira
quien sabe su destino irremediable.

Soñaré tu mirada, cual la llave
que me abra de tu cuerpo el paraíso,
y el fondo de tus ojos, como clave
que me descifre tu alma sin permiso.

Y aunque jamás sabrás mis emociones,
ni este mundo de afectos que me inspiras,
ni esta distancia corta tan distante,

buscando he de seguir las ocasiones,
pues si un día al pasar mis ojos miras
tendré la eternidad por un instante.

*
*



Federico Garcia Lorca.


Llagas de Amor



Esta luz, este fuego que devora.
Este paisaje gris que me rodea.
Este dolor por una sola idea.
Esta angustia de cielo, mundo y hora.

Este llanto de sangre que decora
lira sin pulso ya, lúbrica tea.
Este peso del mar que me golpea.
Este alacrán que por mi pecho mora.

Son guirnaldas de amor, cama de herido,
donde sin sueño, sueño tu presencia
entre las ruinas de mi pecho hundido.

Y aunque busco la cumbre de prudencia
me da tu corazón valle tendido
con cicuta y pasión de amarga ciencia.

*
*

viernes, 15 de mayo de 2009

Gabriela Mistral


Creo en mi corazón



Creo en mi corazón, ramo de aromas
que mi Señor como una fronda agita,
perfumando de amor toda la vida
y haciéndola bendita.

Creo en mi corazón, el que no pide
nada porque es capaz del sumo ensueño
y abraza en el ensueño lo creado:
¡inmenso dueño!

Creo en mi corazón, que cuando canta
hunde en el Dios profundo el franco herido,
para subir de la piscina viva
recién nacido

Creo en mi corazón, el que tremola
porque lo hizo el que turbó los mares,
y en el que da la Vida orquestaciones
como de pleamares.

Creo en mi corazón, el que yo exprimo
para teñir el lienzo de la vida
de rojez o palor y que le ha hecho
veste encendida.

Creo en mi corazón, el que en la siembra
por el surco sin fin fue acrecentando.
Creo en mi corazón, siempre vertido,
pero nunca vaciado.

Creo en mi corazón, en que el gusano
no ha de morder, pues mellará a la muerte;
creo en mi corazón, el reclinado
en el pecho de Dios terrible y fuerte.

"
"

Manuel Benítez Carrasco



Soleá del amor desprendido



Y tú bien sabes por qué
tiré tu cariño al río:
porque era hebilla de esparto
de un cinturón de cichillos;
porque era anillo de barro,
mal tasao y mal vendio,
y porque era flor sin alma
de un abril en compromiso,
que puso, en zarzas y espinas,
un fingimiento de lirios.
Tiré tu cariño al rio,
porque era una planta sucia
dentro de mi huerto limpio.
Tiré tu cariño al agua,
porque era una mancha negra
sobre mi fachada blanca.
Tiré tu cariño al río,
porque era mala cizaña
quitando savia a mi trigo;
y tiré todo tu amor,
porque era muerte en mi carne
y era agonía en mi voz.
Tú fuiste flor de verano,
sol de un beso y luz de un día;
yo te cuidaba en mi mano
y en mi mano te acunaba,
y tú, por pagarme, herías
la mano que te cuidaba.
Pero al hacerlo olvidabas
(tal vez por ingenuidad)
que te di mis sentimientos,
no por tus merecimientos,
sino por mi voluntad.

Yo no puse en compraventa;
mi corazón entendio;
y has de tener muy en cuenta
que mi cariño no fue
ni comprao ni vendio,
sino que lo regale.
Porque yo soy desprendio;
por eso te di mi rosa
sin habermela pedio.
Porque yo soy desprendio;
y doy las cosas sin ver
si se las han merecio.
Por eso te di mi vela,
te di el vino de mi jarro,
las llaves de mi cancela
y el latigo de mi carro.
Ya ves si soy desprendio,
que ayer, al pasar el puente,
tire tu cariño al río.

^^.^^



Ernestina de Champourcin



Un día me miraste




Un día me miraste
como miraste a Pedro…
No te vieron mis ojos,
pero sentí que el cielo
bajaba hasta mis manos.

¡Qué lucha de silencios
libraron en la noche
tu amor y mi deseo!
Un día me miraste,
y todavía siento
la huella de ese llanto
que me abrasó por dentro.
Aún voy por los caminos,
soñando aquel encuentro…
Un día me miraste
como miraste a Pedro.

*
*
*

Ana María Rossetti



Hubo un tiempo...


Hubo un tiempo en el que el amor era un
intruso temido y anhelado.
Un roce furtivo, premeditado, reelaborado durante
insoportables desvelos.
Una confesión perturbada y audaz, corregida mil
veces, que jamás llegaría a su destino.
Una incesante y tiránica inquietud.
Un galopar repentino del corazón ingobernable.
Un continuo batallar contra la despiadada infalibilidad
de los espejos.
Una íntima dificultad para distinguir la congoja del
júbilo.
Era un tiempo adolescente e impreciso, el tiempo del
amor sin nombre, hasta casi sin rostro, que merodeaba,
como un beso prometido, por el punto más umbrío de la
escalera.

Juana de Ibarbourou



Cual la mujer de Lot



Un perfume de amor me acompañaba.
Volvía hacia la aldea de la cita,
bajo la paz suprema e infinita
que el ocaso en el campo destilaba.

En mis labios ardientes aleteaba
la caricia final, pura y bendita,
y era como una alegre Sulamita
que a su lar, entre trigos regresaba.

Y al llegar a un recodo del camino
tras el cual queda oculto ya el molino,
el puente y la represa bullidora,

volví atrás la cabeza un breve instante,
y bajo el tilo en flor, ¡vi a mi amante
que besaba en la sien a una pastora!

***

Joaquín Sabina



Incluso en estos tiempos




Incluso en estos tiempos
veloces como un Cadillac sin frenos,
todos los días tienen un minuto
en que cierro los ojos y disfruto
echándote de menos.

Incluso en estos tiempos
en los que soy feliz de otra manera,
todos los días tienen ese instante
en que me jugaría la primavera
por tenerte delante.

Incluso en estos tiempos
de volver a reir con los amigos,
todos los días tienen ese rato
en el que respirar es un ingrato
deber para conmigo.

Y se iría el dolor mucho más lejos
si no estuvieras dentro de mi alma,
si no te parecieras al fantasma
que vive en los espejos.

Incluso en estos tiempos
triviales como un baile de disfraces,
todos los días tienen unas horas
para gritar, al filo de la aurora,
la falta que me haces.

Incluso en estos tiempos
de aprender a vivir sin esperarte,
todos los días tengo recaídas
y aunque quiera olvidar no se me olvida
que no puedo olvidarte.

Y se iría el dolor mucho más lejos
si no estuvieras dentro de mi alma,
si no te parecieras al fantasma
que vive en los espejos.


^^^.^^^


Elena Martin Vivaldi.



Ausencia



Y este dolor de ti, dado a mi suerte,

después de mi agonía más oscura.

Escrita estaba en sangre tu figura,

y te perdí a la vida y a la muerte.


Mis ojos que nacieron para verte,

para apagar en ti fuego y locura.

Mis labios donde ardía la ternura

para saciar la sed de conocerte.



Mis manos de preguntas ya colmadas,

preparándote el tacto y la caricia,

sentirse de tu carne abandonadas.



Fuíste norma y deseo. Tu presencia

crece, huída de mí toda noticia,

y sólo tengo el rayo de tu ausencia.

**
**

lunes, 11 de mayo de 2009

Ana María Rossetti



Notas para un Blues



DO
lor por estar contigo en cada cosa. Por no dejar de estar contigo en cada cosa.
Por estar irremediablemente contigo en mí.

RE
cordar que mis monedas no me permiten adquirir. Que
mi deseo no es tan poderoso como para taladrar blindajes,
ni mi atrevimiento tan hábil como para no hacer saltar la
alarma. Recordar que sólo debe mirar los escaparates.

MI
edo por no llegar a ser, por ni siquiera conseguir estar.

FA
cilmente lo hacen: clavan sus espinas invisibles, abren la
puerta del temor, hacen que renieguen de mí misma cuando
menos se espera. Y ni siquiera saber cuántos han sacado copia
de mis llaves.

SOL
o he logrado el punzón de la pica, la lágrima del diamante
o los caprichos del trébol. Quizá no existan los corazones.
Quizá es que sea imposible elegir.

LA
bios sellados, custodios del mejor guardado secreto, del recinto en donde las palabras reanudan sus batallas silenciosas, sus pacientes y refinados ejercicios de rencor.

SI
crees que es paciencia, resignación, inmunidad o anestesia te
equivocas. Es que he procurado cortar todas las margaritas
para no tener que interrogarlas.
*
*





Alberto Blanco



La golondrina



El enorme alivio que sentimos
al contemplar los montes a lo lejos,
al ver el vuelo de una golondrina
o al escuchar la conversación
del viento con los fresnos,
es el de estar –por un instante-
en contacto real, hermanados
con una infinidad de seres
que no son otra cosa que lo que son
y que no desean –en lo absoluto-
ser de ninguna otra manera.


*
*

sábado, 21 de marzo de 2009



HOY TE VI




”En los bares ves un niño mendigar,
en la plaza hay otro que con droga está.
Perros apestosos
ofrecen promiscuidad;
hienas sangrientas
les venden irrealidad.
Si hay niños vejados
hay grandes corrompiéndolos.
Si hay niños con drogas
hay grandes quemándoles la ilusión”.
(Daniel Madeiro)





Hoy te vi...
Avecilla entre escombros
Chiquilina inexperta
Ojitos de asombro
Hoy te vi...
Sacudiendo la vida
Rasguños al aire
Sin ninguna salida
Hoy te vi...
Enterrando tus sueños
Tus labios carmín
buscaban un dueño
Hoy te vi...
Sellando tu sino
en brasas tu alma
equivocaste el camino.

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Jacqueline Zverd



miércoles, 18 de febrero de 2009

Juan Ramón Jiménez



El viaje definitivo


Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas la tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará, nostálgico…

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.
*
*
*

Vicente Vives



Soneto imperfecto de Amor y dudas


Pasado el tiempo, tal vez yo te quiera
un poco más de lo que te he querido.
Pasado ya, llenándose de olvido
tal vez, sólo tal vez... Si te tuviera

como se tiene el beso que no ha sido,
o que tan sólo fue. Quizas, si hubiera...
o apenas con mis manos te pudiera...
entonces, sólo entonces... He vivido

buscando la raiz de tus encantos,
llenándome de sueños y esperanzas,
fingiendo ser feliz. Ahora muero

viviendo un poco menos, entre llantos
y risas... y reproches... y venganzas
y es que ya nada soy, y nada espero.

**
**

Julia Prilutzky F.



No quiero ver...



Tal vez no sepas nunca cuándo y cómo
Quise salvar mi amor, tu amor. El nuestro.
Una vez será tarde.
Yo presiento
Esa herida que avanza,
Ese cierto dolor de no querernos.
Cómo decirte ahora:
Mírame aún, así, trata de verme
Como soy, duramente.
Con mi ternura. Claro, y mis tormentas.
Cómo decirte: sálvalo, si quieres
Y cuídalo. Se te ha ido de las manos,
Se me va de la sangre y no regresa.
Cómo decirte que te quiero menos
Y que quiero quererte como entonces.
Y que entiendas
Y no te encierres más.
Y me dejes creer en ti, de nuevo.
Cómo decirte nada.
Un día será tarde. Tarde y lejos.

*

Gabriel Salvador Cuevas



No quiero ver...



No quiero ver señor (me da vergüenza)

porque el tropiezo es hiel a tus lesiones

que si un beso es señal de las traiciones

una herida mortal: lo que uno piensa.



Porque el pensar y hacer es misma cosa

y la omisión de actuar es una errata

se que la cruz en si no es la que mata

más bien nuestra maldad la que destroza.



Hoy te duele señor ver tanta gente

ignorando el que hacer de aquellos días

a tu muerte de cruz indiferente



Rechazando tu amor, tus alegrías

la paz del corazón y de la mente

y el cielo que al morir nos prometías.

*
*****
*
*

Dulce María Loynaz



La balada del amor tardío



Amor que llegas tarde,
tráeme al menos la paz:
Amor de atardecer, ¿por qué extraviado
camino llegas a mi soledad?

Amor que me has buscado sin buscarte,
no sé qué vale más:
la palabra que vas a decirme
o la que yo no digo ya...

Amor... ¿No sientes frío? Soy la luna:
Tengo la muerte blanca y la verdad
lejana... -No me des tus rosas frescas;
soy grave para rosas. Dame el mar...

Amor que llegas tarde, no me viste
ayer cuando cantaba en el trigal...
Amor de mi silencio y mi cansancio,
hoy no me hagas llorar.

*
*
*

Matilde Alba Swann



Descifrarme



Me sacudo de horas y lugares; aquietada
me hundo, llego al fondo,
bosques líquidos, peces asustados.
Quiero saber qué traigo escrito adentro,
la palabra en la sangre, la condena
taladrada en el hueso,
la implacable
mordedura prendida en la neurona.
Esa caverna que todavía habito
y esos hombres
cubiertos de pelambre.
Laberintos, uno dentro del otro,
sin embargo,
en la memoria del latido, algo
salva malezas, libra de la asfixia,
ilumina derrotas y naufragios,
triunfa de todos los goliats
y emerge
desde el candor dormido y balbucea.
Alguien de mí, yo misma, desde el hondo
misterioso subsuelo de mi carne,
me ilumina y me hiere de señales.
Siento un bosque de copas derrumbadas,
una canción distante que evapora,
y un osario de nidos sin amparo,
Una manzana muerta a picotazos,
el redondel quemado a cigarrillo,
un sol sin rostro, solamente rayos,
y niñitos tomados de la mano,
con sus piernas torcidas, con su ombligo
sosteniendo una comba triste en hambre.
Miro en torno, de nuevo estoy ausente,
de nuevo tengo miedo de asustarme,
escribo un corazón en todas partes,
bajo lluvia de azahares, bebo cielo.
Me crecen hijos de todas mis aristas,
en ellos crezco, mientras van sembrando.
Sola en el tiempo, el bosque es tan espeso,
van cayendo mis hojas una a una,
tantas lobos detrás de los crujidos,
mi corteza sangrada en arañazos.
Un cazador acecha... está nevando.
Mi dedo tenso en el gatillo grita
por la boca de un fusil de espanto.
Quiero dormirme, mas llevar conmigo,
lo que tuve y no tengo.
Ser el amor de quienes me quisieron.
Borroneada, tachada, magullada,
toda estallada y muda
me refugio,
sumergida en mí misma, toco fondo,
y una página blanca me descifra.
Papá... mamá...
yo amo a mi mamá... mamá me ama.

Matilde Alba Swann

**
* *

Pablo Neruda



Tempestad con silencio




Truena sobre los pinos.
La nube espesa desgranó sus uvas,
cayó el agua de todo el cielo vago,
el viento dispersó su transparencia,
se llenaron los árboles de anillos,
de collares de lágrimas errantes.

Gota a gota
la lluvia se reúne
otra vez en la tierra.

Un solo trueno vuela
sobre el mar y los pinos,
un movimiento sordo:
un trueno opaco, oscuro,
son los muebles del cielo
que se arrastran.

De nube en nube caen
los pianos de la altura,
los armarios azules,
las sillas y las camas cristalinas.

Todo lo arrastra el viento.

Canta y cuenta la lluvia.

Las letras de agua caen
rompiendo las vocales
contra los techos. Todo
fue crónica perdida,
sonata dispersada gota a gota:
el corazón del agua y su escritura.
Terminó la tormenta.
Pero el silencio es otro.

*
*

Manuel Gutiérrez Nájera



Non Omnis Moriar



¡No moriré del todo, amiga mía!
De mi ondulante espíritu disperso,
algo en la urna diáfana del verso
piadosa guardará la poesía.

¡No moriré del todo! Cuando herido
caiga a los golpes del dolor humano,
ligera tú, del campo entenebrido
levantarás al moribundo hermano.

Tal vez entonces por la boca inerme
que muda aspira la infinita calma,
oigas la voz de todo lo que duerme
con los ojos abiertos de mi alma!

Hondos recuerdos de fugaces días,
ternezas tristes que suspiran solas;
pálidas, enfermizas alegrías
sollozando al compás de las violas...

Todo lo que medroso oculta el hombre
se escapará, vibrante, del poeta,
en áureo ritmo de oración secreta
que invoque en cada cláusula tu nombre.

Y acaso adviertas que de modo extraño
suenan mis versos en tu oído atento,
y en el cristal, que con mi soplo empaño,
mires aparecer mi pensamiento.

Al ver entonces lo que yo soñaba,
dirás de mi errabunda poesía:
era triste, vulgar lo que cantaba...
más, ¡qué canción tan bella la que oía!

Y porque alzo en tu recuerdo notas
del coro universal, vívido y almo;
y porque brillan lágrimas ignotas
en el amargo cáliz de mi salmo;

porque existe la Santa Poesía
y en ella irradias tú, mientras disperso
átomo de mi ser esconda el verso,
¡no moriré del todo, amiga mía!

* *
* *

Víctor Morales Arzaga



Montaña


Me encontré contigo en el sueño dorado de la infancia,
cuando corríamos -contra el viento- hacia la montaña;
nadie supo nunca de nuestra sutil alianza
ni de los motivos propios que nos impulsaban.

Nadie escuchó nunca -como nosotros- a los amigos invisibles
que envueltos en el misterio nos ayudaban
a hacer mil y un cosa, complejas, posibles
ni entendieron la forma en que se manifestaban.

Eran los tiempos de la auténtica inocencia,
cuando podía ver, en el azul de tus ojos, una desconocida inmensidad,
era sentir, gracias a tu compañía, una felicidad completa
y, por tu suave sonrisa, una cercana realidad.

Pero maduramos cuando más necesitábamos del acompañarnos,
cuando nuestros compartidos secretos de niñez aún perduraban,
cuando los poemas que aprendimos aún recitábamos,
cuando nuestros sueños, de estar eternamente juntos, no acababan.

Hoy te recuerdo al golpear la lluvia mi ventana,
al volver a caminar por la calle que nuestros juegos cobijara.
Hoy me parece vernos correr -con el viento- hacia la montaña
y siento, en la serenidad de mi vacío interior, como si aún te amara...

*
*
*

Luis G. Urbina



Metamorfosis


Era un cautivo beso enamorado
de una mano de nieve que tenía
la apariencia de un lirio desmayado
y el palpitar de un ave en agonía.
Y sucedió que un día,
aquella mano suave
de palidez de cirio,
de languidez de lirio,
de palpitar de ave,
se acercó tanto a la prisión del beso
que ya no pudo más el pobre preso
y se escapó; más, con voluble giro,
huyó la mano hasta el confín lejano,
y el beso, que volaba tras la mano,
rompiendo el aire, se volvió suspiro.

*
*

martes, 17 de febrero de 2009

José Angel Buesa



Poema del loco Amor


No, nada llega tarde, porque todas las cosas
tienen su tiempo justo, como el trigo y las rosas;
sólo que, a diferencia de la espiga y la flor,
cualquier tiempo es el tiempo de que llegue el amor.
No, Amor no llega tarde. Tu corazón y el mío
saben secretamente que no hay amor tardío.
Amor, a cualquier hora, cuando toca a una puerta,
la toca desde adentro, porque ya estaba abierta.
Y hay un amor valiente y hay un amor cobarde,
pero, de cualquier modo, ninguno llega tarde.

II

Amor, el niño loco de la loca sonrisa,
viene con pasos lentos igual que viene a prisa;
pero nadie está a salvo, nadie, si el niño loco
lanza al azar su flecha, por divertirse un poco.
Así ocurre que un niño travieso se divierte,
y un hombre, un hombre triste, queda herido
de muerte.
Y más, cuando la flecha se le encona en la herida,
porque lleva el veneno de una ilusión prohibida.
Y el hombre arde en su llama de pasión,
y arde, y arde
Y ni siquiera entonces el amor llega tarde.


III

No, yo no diré nunca qué noche de verano
me estremeció la fiebre de tu mano en mi mano.
No diré que esa noche que sólo a ti te digo,
se me encendió en la sangre lo que soñé contigo.
No, no diré esas cosas, y, todavía menos,
la delicia culpable de contemplar tus senos.
Y no diré tampoco lo que vi en tu mirada,
que era como la llave de una puerta cerrada.
Nada más. No era el tiempo de la espiga y la flor,
y ni siquiera entonces llegó tarde el amor.

*
**




Manuel Gutiérrez Nájera



Para entonces


Quiero morir cuando decline el día,
en altamar y con la cara al cielo;
donde parezca un sueño la agonía,
y el alma, un ave que remonta el vuelo.

No escuchar en los últimos instantes,
ya con el cielo y con el mar a solas,
más voces ni plegarias sollozantes
que el majestuoso tumbo de las olas.

Morir cuando la luz, triste, retira
sus áureas redes de la onda verde,
y ser como ese sol que lento expira:
algo muy luminoso que se pierde.

Morir, y joven: antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona;
cuando la vida dice aún: soy tuya,
aunque sepamos bien que nos traiciona.

**
*

Gabriela Mistral



Balada


El pasó con otra;
yo le vi pasar.
Siempre dulce el viento
y el camino en paz.
¡Y estos ojos míseros
le vieron pasar!

El va amando a otra
por la tierra en flor.
Ha abierto el espino;
pasa una cancion.
¡Y el va amando a otra
por la tierra en flor!

El besó a la otra
a orillas del mar;
resbaló en las olas
la luna de azahar.
¡Y no untó mi sangre
la extensión del mar!

El irá con otra
por la eternidad.
Habrá cielos dulces.
(Dios quiere callar.)
¡Y el irá con otra
por la eternidad!

*
*

Maruja Vieira



Campanario de lluvia


Te buscaba en la sombra. Lentamente surgía
tu mirada lejana, leve flor de horizontes.
Era clara, serena....Con amor la sentía
transitar el camino de mis ojos insomnes.

No fue un eco ni un sueño. Fue la brisa en al árbol
que me trajo tu acento con perfume de savia
y creció por mis venas y se fue deslizando
con temblor de caricias al llegar a mis manos.

Nada más....en la torre desgranó la campana
un rosario de tiempo claro, fino y distante.
Como niebla de aroma se quedó entre mis labios
la dulzura imposible de una frase:Te amo.

*
* *

Roque Esteban Scarpa



Sol bajo esta lluvia



Sol, yo bajo esta lluvia yo te alabo

porque el gris no puede negar tu dorado.

Debemos creer en lo invisible porque lo somos

invierno que contiene primavera y aromo.

Besar debemos labios que los días nos niegan.

Los besos gozados cielos nos reservan.

Amar lo que se desama y sentirlo en gozo.

El amor es un Dios que derrama su óleo

y enciende las candelas para noches oscuras

y hace suave la carne cuando en ella nos muerda.

En el gris que llora yo voy sintiendo un canto.

No puede haber derrota en lo que abraza tanto.

*
*
*

Pedro Salinas



Poesía


Tu vives siempre en tus actos.
Con la punta de tus dedos
pulsas el mundo, le arrancas
auroras, triunfos, colores,
alegrías: es tu música.
La vida es lo que tú tocas.

De tus ojos, sólo de ellos,
sale la luz que te guía
los pasos. Andas
por lo que ves. Nada más.

Y si una duda te hace
señas a diez mil kilómetros,
lo dejas todo, te arrojas
sobre proas, sobre alas,
estás ya allí; con los besos,
con los dientes la desgarras:
Ya no es duda.
Tú nunca puedes dudar.

Porque has vuelto los misterios
del revés. Y tus enigmas,
lo que nunca entenderás,
son esas cosas tan claras:
la arena donde te tiendes,
la marcha de tu reló
y el tierno cuerpo rosado
que te encuentras en tu espejo
cada día al despertar,
y es el tuyo. Los prodigios
que están descifrados ya.

Y nunca te equivocaste,
más que una vez, una noche
que te encaprichó una sombra
-la única que te ha gustado-.
Una sombra parecía.
Y la quisiste abrazar.
Y era yo.


*
*

María Elena Walsh



En una cajita de fósforos


En una cajita de fósforos
En una cajita de fósforos
se pueden guardar muchas cosas.

Un rayo de sol, por ejemplo
(pero hay que encerrarlo muy rápido,
si no, se lo come la sombra)
Un poco de copo de nieve,
quizás una moneda de luna,
botones del traje del viento,
y mucho, muchísimo más.

Les voy a contar un secreto.
En una cajita de fósforos
yo tengo guardada un lágrima,
y nadie, por suerte la ve.
Es claro que ya no me sirve
Es cierto que esta muy gastada.

Lo sé, pero que voy a hacer
tirarla me da mucha lástima

Tal vez las personas mayores
no entiendan jamás de tesoros
Basura, dirán, cachivaches
no sé por qué juntan todo ésto
No importa, que ustedes y yo
igual seguiremos guardando
palitos, pelusas, botones,
tachuelas, virutas de lápiz,
carozos, tapitas, papeles,
piolin, carreteles, trapitos,
hilachas, cascotes y bichos.

En una cajita de fósforos
se pueden guardar muchas cosas.
Las cosas no tienen mamá.

**
**
*

Gabino Palomares


Hace como un año


Hace como un año que por estos días
la esperanza sueño me vino a vestir,
quien me lo dijera que la profecía
hiciera de las suyas en el mes de abril.

Hace como un vino que nos lo bebimos
y como una fuerza que nos invadió,
hace como un siglo que nos conocimos
y como un poema que no concluyó.

Hace como un llanto que nos alejamos
y como un segundo por desilusión,
hace como un pueblo que los dos bregamos
con la inmensa rabia como profesión.

Hace como un viento que lleva mis voces
al eco del vuelo sutil de tu voz,
hace como un sol que llegó mi fuego
a tu cueva oscura de tibieza y Dios.

Hace como un rostro de fotografía
que rebasó el muro de la discreción,
hace como un cuerpo de coreografía
que me vuelvo pena, ternura y dolor.

Hace como el humo de los cigarrillos
que un recuerdo pleno me vino a clavar,
hace como llama que se vuelve olvido
por el crucigrama de mi soledad.

Hace muchas camas que te necesito
y mucho el aroma que no se extinguió,
hace mucho, tanto, que no me resigno
a sentir la noche, la imaginación.

Hace como este hombre que te lleva dentro
que sobre tu muerte levanta el amor,
hace como un año y hace tanto tiempo
como una esperanza que nunca estalló... que nunca estalló...

*
*

Alfonsina Storni


Anda date a volar



Anda, date a volar, hazte una abeja,
En el jardín florecen amapolas,
Y el néctar fino colma las corolas;
Mañana el alma tuya estará vieja.

Anda, suelta a volar, hazte paloma,
Recorre el bosque y picotea granos,
Come migajas en distintas manos
La pulpa muerde de fragante poma.

Anda, date a volar, sé golondrina,
Busca la playa de los soles de oro,
Gusta la primavera y su tesoro,
La primavera es única y divina.

Mueres de sed: no he de oprimirte tanto...
Anda, camina por el mundo, sabe;
Dispuesta sobre el mar está tu nave:
Date a bogar hacia el mejor encanto.

Corre, camina más, es poco aquéllo...
Aún quedan cosas que tu mano anhela,
Corre, camina, gira, sube y vuela:
Gústalo todo porque todo es bello.

Echa a volar... mi amor no te detiene,
¡Cómo te entiendo, Bien, cómo te entiendo!
Llore mi vida... el corazón se apene...
Date a volar, Amor, yo te comprendo.

Callada el alma... el corazón partido,
Suelto tus alas... ve... pero te espero.
¿Cómo traerás el corazón, viajero?
Tendré piedad de un corazón vencido.

Para que tanta sed bebiendo cures
Hay numerosas sendas para tí...
Pero se hace la noche; no te apures...
Todas traen a mí...

**
*

Ana Rosa Nuñez



Gracias


Gracias por esta noche y por
todas las noches
que nos llevan a un segundo amanecer.
Gracias por la luz de los días
que hace claras las sombras.
Gracias por las sombras amables
que reposan en los árboles.
Gracias por los aires
que dan vida y rumbo a las aves.
Gracias por las aves y las semillas
respetadas en los surcos
que nos sustentan.
Gracias por los frutos materiales
de la buena tierra.
Gracias por la tierra como puente
al cielo.
Gracias por el cielo que hace azul
los horizontes
de la amistad y la bondad
infinita.
Gracias por la amistad nacida y
sustentada en los conocimientos
en el entendimiento y
la comprensión humana.
Gracias por el Maestro que señala
y enseña la Verdad.
Gracias por la Verdad material y
por la Verdad espiritual que viven
en el hombre que habita en este mundo.

***
*
*

Alejandro Latorre Q



Sin Condiciones


Yo te amo porque llevas la magia de la luz
tan cerca de mi nativa primavera y de mis pasos,
porque teniendo cadenas de sombras en tus días
llevas sonrisas de luciernagas a mis caminos.
Yo te amo porque siendo la heredera de los vientos
haces un alto de montaña frente a mis ojos
y me das tus silencios de aguas como abrazo de fuegos.
Yo te amo porque sin necesitarme no me abandonas
porque estando libres tus manos de palomas
tejes susurros de amor en mi ventana de nieblas.
Yo te amo porque olvidas los oscuros caminos de mi planetario
y aprietas en tu piel lo más bello de mis sombras.

* *
*

Julia Prilutzky Farny



Cómo decir de pronto


Cómo decir de pronto:
Tómame entre las manos,
No me dejes caer. Te necesito:
Acepta este milagro.
Tenemos que aprender a no asombrarnos
De habernos encontrado,
De que la vida puede estar de pronto
En el silencio o en la mirada.
Tenemos que aprender a ser felices,
A no extrañarnos
De tener algo nuestro.
Tenemos que aprender a no temernos
Y a no asustarnos
Y a estar seguros.
Y a no causarnos daño.

*
*

domingo, 8 de febrero de 2009

Manuel Magallanes Moure



¿Recuerdas?



¿Recuerdas? Una linda mañana de verano.
La playa sola. El vuelo de alas grandes y lerdas.
Sol y viento. Florida...el mar azul. ¿Recuerdas?
Mi mano suavemente oprimía tu mano.
Después, a un tiempo mismo, nuestras lentas miradas
posáronse en la sombra de un barco que surgía
sobre el cansado límite de la azul lejanía,
recortando en el cielo sus velas desplegadas.
Cierro ahora los ojos; la realidad se aleja
y la visión de aquella mañana luminosa
en el cristal oscuro de mi alma se refleja.
Veo la playa, el mar, el velero lejano,
y es tan viva, tan viva la ilusión prodigiosa,
que a tientas, como un ciego, vuelvo a buscar tu mano.
*.*
**

Antonio Machado



Ha de Morir Contigo el Mundo


¿Y ha de morir contigo el mundo mago
donde guarda el recuerdo
los hálitos más puros de la vida,
la blanca sombra del amor primero,

la voz que fue a tu corazón, la mano
que tú querías retener en sueños,
y todos los amores
que llegaron al alma, al hondo cielo?

¿Y ha de morir contigo el mundo tuyo,
la vieja vida en orden tuyo y nuevo?

¿Los yunques y crisoles de tu alma
trabajan para el polvo y para el viento?

**
*

Natalia S. Ravarotto



Amor de confusiones



Si buscar la verdad significa
perder la inocencia,
si los sueños no cuentan,
si la magia es sólo un viejo anhelo,
si este corazón que se desboca
no puede hoy encontrar consuelo
si la fe que ciega es superior
a la razón que provoca desvelo
si el amor es ficción y la promesa
sólo costumbre de decir palabras,
dime entonces por qué te busco
en medio de la noche
palpando soledad y reproche,
y por qué tratando de dejarte
me acerco aún más
a los confines de tu alma.
Dime, amor de confusiones,
Por qué es lo mismo
la tormenta de tu abrigo
a la tempestad de tu calma.

***
*
**

Alejandro Latorre Q.


A tu refugio



Mírame y llévate el incendio de mis ojos
a la gruta profunda de tu memoria
para aquellos días de soledad y tristeza
cuando se olvide mi voz y el corazón enmudezca.
Arrópame en tu boca fresca
y abrígame con tus manos
siembra estos latidos en tu destino
y disemíname en tus rumbos.
Déjame cruzar tu tiempo
y con el velero del silencio atravesar tu luna
nada , nada detendrá mis asaltos imprevistos
llegaré a tus palabras
abriendo tus párpados nocturnos
y seré un secreto en tu nido de silencio
un invasor invisible besando tu paz
navegaré tu soledad con pasaporte de aire
y viviré como una raíz desesperada
en el huerto eterno de tu refugio terrestre.
*
*
*

Duylce María Loynaz



Tiempo


1
El beso que no te di
se me ha vuelto estrella dentro...
¡Quién lo pudiera tornar
-y en tu boca...- otra vez beso!

2
Quién pudiera como el río,
ser fugitivo y eterno:
Partir, llegar, pasar siempre
y ser siempre el río fresco ...

3
Es tarde para la rosa.
Es pronto para el invierno.
Mi hora no está en el reloj...
¡Me quedé fuera del tiempo!

4
Tarde, pronto, ayer perdido...
mañana inlogrado, incierto
hoy... ¡Medidas que no puede
fijar, sujetar un beso!...

5
Un kilómetro de luz,
un gramo de pensamiento...
( De noche el reloj que late
es el corazón del tiempo...)

6
Voy a medirme el amor
con una cinta de acero.
Una punta en la montaña:
La otra... ¡Clávala en el viento!...


**
*
*

Carmelina Soto



Tu nombre Amor



Tu nombre...Amor

Yo no te reconozco porque estoy en tus manos
y yo llegué a tus manos sin saberlo siquiera.
Por eso, si te nombro, me sabe a primavera
porque tu nombre es fiesta de trigos y manzanas.

Tu nombre sabe a mieses y al pan que busco y quiero
cotidiano y difícil......y al sol y a manzanilla.
Tu nombre sabe a tierra generosa y sencilla
y a septiembre y semillas y a navidad y a enero.

Por eso tú no puedes llamarte de otro modo
sino como te llama mi voz de cada día
que si te llamo, amor, se me ilumina todo.

Y tengo patria y sueños y ensueños y alegría
y anhelos y esperanzas y glorias y acomodo....
pues tengo todo....todo....lo que yo no tenía.

.

José Angel Buesa



Poema de las cosas



Quizás estando sola, de noche, en tu aposento
oirás que alguien te llama sin que tú sepas quién,
y aprenderás entonces, que hay cosas como el viento
que existen ciertamente, pero que no se ven...

Y también es posible que una tarde de hastío
como florece un surco, te renazca un afán,
y aprenderás entonces que hay cosas como el río
que se estan yendo siempre, pero que no se van...

O al cruzar una calle, tu corazón risueño
recordará una pena que no tuviste ayer
y aprenderás entonces que hay cosas como el sueño,
cosas que nunca han sido, pero que pueden ser...

Por más que tú prefieras ignorar estas cosas
sabrás por qué suspiras oyendo una canción
y aprenderás entonces que hay cosas como rosas,
cosas que son hermosas, sin saber que lo son...

Y una tarde cualquiera, sentirás que te has ido
y un soplo de ceniza regará tu jardín,
y aprenderás entonces, que el tiempo y el olvido
son las únicas cosas que nunca tienen fin.

*
**

Luis Eduardo Aute


Sin tu latido



Hay algunos que dicen,
que todos los caminos conducen a Roma
Y es verdad porque el mío,
me lleva cada noche al hueco que te nombra

Y le hablo y le sueño,
una sonrisa, una blasfemia y una derrota
Vuelvo atado a tus ojos,
y duermo con tu nombre besando mi boca.

Hay amor mío, que terriblemente absurdo es, estar vivo
Sin el alma, sin tu cuerpo, sin tu latido, sin tu latido.

El final de esta historia,
enésima autobiografía de un fracaso
No te sirvan de ejemplo,
hay quién afirma que el amor es un milagro.

Que no hay mal que no cure,
pero tampoco bien que te dure cien años
Eso casi lo salva,
lo malo son las noches que monta en mi mano.

Hay amor mío, que terriblemente absurdo es, estar vivo
Sin el alma, sin tu cuerpo, sin tu latido, sin tu latido.

Aunque todo ya es nada,
no sé porque te escondes y huyes de mi encuentro.
Por saber de tu vida,
no creo que vulnere ningún mandamiento.

Tan terrible es el odio,
que ni te atreves a mostrarme tu desprecio.
Pero no me hagas caso,
lo que me pasa es que a este mundo no lo entiendo.

Hay amor mío, que terriblemente absurdo es, estar vivo
Sin el alma, sin tu cuerpo, sin tu latido, sin tu latido.


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