viernes, 15 de mayo de 2009

Manuel Benítez Carrasco



Soleá del amor desprendido



Y tú bien sabes por qué
tiré tu cariño al río:
porque era hebilla de esparto
de un cinturón de cichillos;
porque era anillo de barro,
mal tasao y mal vendio,
y porque era flor sin alma
de un abril en compromiso,
que puso, en zarzas y espinas,
un fingimiento de lirios.
Tiré tu cariño al rio,
porque era una planta sucia
dentro de mi huerto limpio.
Tiré tu cariño al agua,
porque era una mancha negra
sobre mi fachada blanca.
Tiré tu cariño al río,
porque era mala cizaña
quitando savia a mi trigo;
y tiré todo tu amor,
porque era muerte en mi carne
y era agonía en mi voz.
Tú fuiste flor de verano,
sol de un beso y luz de un día;
yo te cuidaba en mi mano
y en mi mano te acunaba,
y tú, por pagarme, herías
la mano que te cuidaba.
Pero al hacerlo olvidabas
(tal vez por ingenuidad)
que te di mis sentimientos,
no por tus merecimientos,
sino por mi voluntad.

Yo no puse en compraventa;
mi corazón entendio;
y has de tener muy en cuenta
que mi cariño no fue
ni comprao ni vendio,
sino que lo regale.
Porque yo soy desprendio;
por eso te di mi rosa
sin habermela pedio.
Porque yo soy desprendio;
y doy las cosas sin ver
si se las han merecio.
Por eso te di mi vela,
te di el vino de mi jarro,
las llaves de mi cancela
y el latigo de mi carro.
Ya ves si soy desprendio,
que ayer, al pasar el puente,
tire tu cariño al río.

^^.^^



1 comentario:

marymansi dijo...

Si... es un poema hermoso donde aquel que ama todo lo da, y a veces recibiendo migajas del otro amor y aunque en algun momento lo tire dificilmente pueda arrancarlo de su alma MUCHAS GRACIAS SOY Juan Carlos de uruguay