domingo, 8 de febrero de 2009

Luis Eduardo Aute


Sin tu latido



Hay algunos que dicen,
que todos los caminos conducen a Roma
Y es verdad porque el mío,
me lleva cada noche al hueco que te nombra

Y le hablo y le sueño,
una sonrisa, una blasfemia y una derrota
Vuelvo atado a tus ojos,
y duermo con tu nombre besando mi boca.

Hay amor mío, que terriblemente absurdo es, estar vivo
Sin el alma, sin tu cuerpo, sin tu latido, sin tu latido.

El final de esta historia,
enésima autobiografía de un fracaso
No te sirvan de ejemplo,
hay quién afirma que el amor es un milagro.

Que no hay mal que no cure,
pero tampoco bien que te dure cien años
Eso casi lo salva,
lo malo son las noches que monta en mi mano.

Hay amor mío, que terriblemente absurdo es, estar vivo
Sin el alma, sin tu cuerpo, sin tu latido, sin tu latido.

Aunque todo ya es nada,
no sé porque te escondes y huyes de mi encuentro.
Por saber de tu vida,
no creo que vulnere ningún mandamiento.

Tan terrible es el odio,
que ni te atreves a mostrarme tu desprecio.
Pero no me hagas caso,
lo que me pasa es que a este mundo no lo entiendo.

Hay amor mío, que terriblemente absurdo es, estar vivo
Sin el alma, sin tu cuerpo, sin tu latido, sin tu latido.


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